viernes, 13 de enero de 2012

Entrevista a Pedro Velázquez

“Ladramos a la sensibilidad para que no se quede atrapada en nuestro caparazón”

Por Charly Zarate
Está cerrando una nueva temporada de "La carnicería", la obra que escribió y dirigió, con la que ha transitado un largo recorrido desde que egresó de la escuela de Julio Bocca donde tambien se formó como actor. Su teatro articula profundidad filosófica, honda sensibilidad y mucho humor.


Pedro Velázquez vino desde La Plata hace siete años para instalarse en el centro porteño, su objetivo era entrar en el IUNA pero el día que tenía que anotarse un accidente ferroviario a mitad de camino le impidió llegar a tiempo. Aunque como dice el refrán popular "no hay mal que por bien no venga", a raíz de esto y sin ganas de perder un año más, adicionó para la escuela de Julio Bocca/Ricky Pashkus donde descubrió un universo de creatividad y grandes oportunidades.
Un poco antes, mientras promediaba sus estudios secundarios, había tenido su primera experiencia motivadora que significo trabajar en la compañía de Enrique Pinti y recorrer el país montado en su "Pingo argentino". En aquella gira comenzó a escribir y diagramar "La carnicería", obra con la que más tarde ganara el Concurso de Obras de Teatro Musical originales que otorga la Fundación Julio Bocca, y con la cual se consolido como autor y director teatral, llegando a dirigir a casi 50 artistas entre músicos, actores y bailarines.
Muchos amantes del teatro musical también lo recordaran por su lograda participación en "La Parka" (de Diego Corán) dónde interpretó, durante los primeros cuatro años en cartel, al simpático personaje del ahorcado.

"La parka"
CZ: Tu rol en “La Parka” tenía la particularidad de mantenerse estático toda la obra. ¿Cómo fue ese desafío en el contexto de una comedia musical?
PV: Es verdad, el personaje esta toda la obra ahorcado y casi ni se mueve, fue difícil pero activó mi creatividad al máximo. Me tuve que crear un ecosistema en mi cabeza ahí parado, un mundo propio y eso fue lo más rico. Tuve que centrarme en mí, ya que algunos entraban y salían pero yo estaba colgado toda la obra. Así que todo este contexto me despertó una locura muy importante desde lo lúdico para la construcción del personaje. Diego Corán es muy intenso trabajando así que me contagie de su intensidad. “La Parka” fue la mejor forma en la que puede ingresar al teatro musical porque no fue la manera tradicional.
CZ: Pero vos empezaste haciendo teatro de texto con “Experimento Nietzsche”. ¿De qué iba esa obra?
PV: Fue una obra que hice cuando tenía 19 años mientras estudiaba teatro en La Plata. Me tope en la vida con Andrea Bértola, una directora también platense y estuvimos alrededor de tres años trabajándola. Es una pieza de carácter experimental basada en “El lobo estepario” de Herman Hesse. Y mientras extraíamos escenas del texto comenzamos a encontrar paralelismo con Nietzsche, luego apareció también Osho y fuimos realizando un entrecruce con todo eso. Realmente Andrea me introdujo en un mundo intelectual muy interesante que de alguna manera signó mi adolescencia para lo que vendría.
CZ: ¿Cuándo germina en vos el autor?
PV: A los 16 años escribí “Hogar dulce hogar”, una obra realizada con la intención de juntar fondos para un hogar de niños y la montamos para el cierre del año escolar. Esto sirvió de disparador para que al año siguiente la escuela me propusiera realizar algo con más producción y allí fue que escribí “La herencia se lleva en la sangre”, que trataba sobre la temática del HIV y las drogas. Así fue que motivado por el entusiasmo de todo el colegio tome confianza con lo que venía escribiendo, que también fue un proceso paralelo con el del director, pero aún no era muy consciente de esto.. Aunque de algún modo siempre escribí desde muy chico, haciendo dibujos a los que le ponía un globito con diálogos e inventaba mis historias y personajes, luego vinieron las poesías y cuentos.

"La carnicería"
CZ: ¿De dónde surge la idea de “La carnicería”?
PV: Comenzó todo con Carlos Pérez Banega cuando hacíamos “Pingo argentino” junto a Enrique Pinti, mientras el hacía sus monólogos entre bambalinas comenzábamos a pergeñar “La carnicería”; la gira de seis meses por el interior del país sirvió para afianzar nuestro vínculo y sinergia creativa. Con Carlos tenemos mucha química y gustos musicales en común. Empecé a escribir más intensamente, y uno de los tópicos de la obra tuvo que ver con una situación personal con mi viejo acerca de su personalidad terca y cerrada conmigo, que influyo bastante en la génesis de la obra y lo canalice a través del protagonista masculino. Pero luego fui desviando eso hacia mí, y se tornó autorreferencial. No solamente porque yo sea un carnicero o haya tratado a mucha gente como un pedazo de carne, sino también que tiene que ver con uno mismo y la manera en que podes transformarte en tu propio carnicero.
CZ:¿Hay algún texto que te sirvió de referencia en el proceso de escritura?
PV: Hay una canción en la obra que habla del peso y la levedad que fue inspirada en “La insoportable levedad del ser”, de Milan Kundera. En ese libro me vi muy reflejado, cuando define la condición humana sin definirla del todo, al decir que no todo es blanco ni todo es negro, no todo es liviano ni todo es pesado. Y el carnicero no tiene por qué ser una sola cosa sino que puede ser pesado y liviano a la vez. Entonces, desde ese lugar es que tuve la necesidad de empezar a contar una historia. Pero todo esto lo pude redefinir en lecturas posteriores ya que en un primer momento “La carnicería” fue como un vomito.
CZ: ¿Cómo se hace para dirigir a casi cincuenta personas en escena?
PV: Lo esencial es un combinar el respeto, la paciencia y lo humano. Pero yo soy un agradecido de haber tenido todos los domingos, ensayando y depositando su total confianza en mí, a toda esa gente maravillosa, eso desde el lado subjetivo y desde lo objetivo es tener mucha organización para no perder ni hacer perder el tiempo. Para eso el equipo que arme fue primordial, con Carlos Pérez Banega haciendo la música, Matías Ibarra con los arreglos corales, Seku Bailace en las coreografías y yo haciendo el ensamble con las escenas. Fue un proceso difícil y placentero, recibir el cachetazo de cincuenta artistas pero también cincuenta caricias luego.

"Perra que ladra a la luna"
CZ: Y entre esos cachetazos y caricias hay, seguramente, una muy especial para vos que es la de la actriz y bailarina Meme Mateo. Un maravilloso descubrimiento artístico y gran ejemplo de vida. ¿Dónde se conocieron?
PV: La conocí en la escuela de Julio Bocca y siempre la admire muchísimo, ya que ella padece el síndrome Silver Russell que afectó su crecimiento físico, ella tiene 28 años y mide un metro treinta. Pero ella hizo toda la carrera en la escuela, a pesar que le han dicho en algún momento que quizás no podía terminarla por las exigencias físicas que requiere. Yo no solo la admiro profundamente sino que la amo, somos grandes amigos. Y además de participar en “La carnicería”, el año pasado estrenamos “Perra que ladra a la luna”, que fue la consecuencia y la necesidad que tuve de hacer algo bien minimalista después de tanto despliegue escénico. Nos juntamos con Meme en un verano de crisis, ella me fue contando sus anécdotas y las fui incorporando a esta de ficción atravesada por su historia personal de enfrentarse a los prejuicios de la sociedad y la desconfianza de muchos por sus limitaciones.
CZ: ¿Por qué “Perra que ladra a la luna”?
PV: Es la historia conflictiva de dos hermanas y del trato autoritario que tiene una sobre la otra. Hay un juego de opuestos constantes, los personajes se llaman Sol y Luna, un poco de allí el título de la obra, que pone de manifiesto que a veces uno lastima más a lo más quiere. Y estas dos hermanas están casi solas en el mundo. También el título encierra una metáfora muy significativa al ser la luna una figura poética recurrente que representa lo sensible, ladramos a la sensibilidad para que no se quede dentro del caparazón.
CZ: En los últimos tiempos han surgidos obras de teatro musical que mantienen la estética del genero pero haciendo foco en la profundidad de sus textos. ¿Qué lectura podes hacer de esto?
PV: Lo siento como una evolución, que estamos en un proceso que nos va a llevar a una identidad propia del teatro musical. Sin renegar de lo que nos llegó de Broodway o de nuestro Pepe Cibrián, que fue quien planto la semilla. También hay otra realidad y es que somos unos privilegiados por estar haciendo teatro en este contexto político democrático que nos da la libertad absoluta de expresarnos sin ningún tipo de represión.

"Tricíclico - El tres puede ser un número par"
CZ: ¿Y por dónde continuara tu libertad creativa, tu búsqueda?
PV: Ahora estoy por hacer dos funciones (7 y 14 de noviembre a las 20:30hs en el teatro Chacarerean) como work in progress de “Tricíclico – El tres puede ser un número par”, que habla del amor de tres personas, con todo lo que implica el amor y los conflictos de una pareja pero desde el núcleo conformado por una relación triangular amorosa. También se profundiza sobra qué es una pareja y planteamos una reapertura hacia otros tipos de vínculos que aún están prejuiciados por la sociedad.
CZ: ¿Cómo está estructurada la obra?
PV: es para sentarse, ver y escuchar. Son diez canciones y dura casi una hora, no hay despliegue coreográfico ni de escenografía, para focalizarnos en lo que queremos decir sin ningún tipo de artificio.
CZ: ¿Quiénes conforman este triángulo?
PV: Jhoana Sciarrotta, que es la actriz que interpreta a la embarazada en “La carnicería”, Carlos Pérez Banega que también hace la música y yo. Así que retomando lo que me preguntabas sobre cuál es mi búsqueda, siento que no tengo límites en ningún aspecto de mi vida pero sobre todo creo que la sensibilidad es lo que te salva de no quedar atrapado de la parte menos interesante que tiene este camino. Estoy seguro que todo seguirá fluyendo de la mejor manera y con la misma energía e intensidad que me ha llevado hasta acá.

Charly Zarate

Donde ver las obras de Pedro Velázquez

La Carnicería
EL CUBO
Zelaya 3053
Reservas: 4-9632568
Viernes - 00:45 hs


Tricíclicos
LUNES 7 Y 14 DE NOVIEMBRE - 20:30HS
Chacarerean Teatre




Perra que ladra a la luna
El 4 de DICIEMBRE a las 17 Hs
Teatro El Cubo
Una función muy pero muy especial
con un fin benéfico





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